Posesión demoníaca y exorcismo : La historia de la creencia de que el diablo posee a las personas (Spanish Edition)

En el siglo XXI, la mayoría de la gente asocia la idea de la posesión de una persona o un lugar por una entidad sobrenatural malévola con el mundo medieval y, en particular, con la Iglesia católica, pero la verdad es bastante más extraña. Prácticamente todas las culturas humanas que han existido han hablado tanto de posesión como de exorcismo, un rito o ritual utilizado para liberar a una persona o lugar de la posesión. Los términos utilizados para describir el proceso de posesión y las entidades consideradas responsables han cambiado a lo largo de la historia, pero no la teoría central. En determinadas circunstancias, se dice que una persona, lugar u objeto puede ser habitado por una entidad que procede de otro lugar. El resultado suele ser negativo y a veces incluso fatal. El único remedio eficaz es el exorcismo, el destierro de la entidad implicada al lugar del que procede.

Algunas ramas de la psicología moderna sugieren que la posesión es simplemente una forma de enfermedad mental y que todos estos casos pueden explicarse en términos psicológicos. Pero, como verán, parece haber una notable consistencia en los informes de posesiones e incluso en los informes de testigos de personas poseídas que demuestran poderes y habilidades notables. Es difícil explicar esas cosas puramente en términos psicológicos.

Además, aunque la gente asocie la posesión y el exorcismo con el pasado, sobre todo con el mundo medieval, las denuncias han aumentado espectacularmente en los últimos 50 años. La situación llegó a ser tan grave que, en 1990, un grupo de sacerdotes católicos formó la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE). Este grupo presionó al Vaticano para que reconociera el aumento de casos de posesión demoníaca y, en 2004, la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano pidió a todas las diócesis católicas que designaran a un exorcista capacitado. Es muy difícil obtener cifras precisas (la Iglesia católica, por ejemplo, no publica estadísticas oficiales sobre el número de exorcismos realizados por sus sacerdotes). Lo que sí se sabe es que la mayoría de las grandes diócesis católicas de Norteamérica tienen acceso a exorcistas oficiales, y que estos sacerdotes reciben formación especializada para llevar a cabo ministerios de exorcismo. No se dispone de cifras oficiales (la Iglesia católica no identifica a los sacerdotes que actúan como exorcistas), pero se cree que en 2011 la Iglesia católica contaba con unos 15 exorcistas formados en Norteamérica. Hoy en día, se cree que ese número supera con creces el centenar.

Tal vez no sea coincidencia que las encuestas sugieran que la creencia en los demonios y la posesión demoníaca también está aumentando. Una encuesta realizada en 2019 en América encontró que el 22% de los encuestados cree que los demonios "definitivamente existen", mientras que otro 24% cree que tales entidades "probablemente existen." Esas son cifras asombrosas en una nación moderna, industrializada y avanzada. Algunas personas afirman que la creencia en demonios y posesión demoníaca nunca ha sido tan alta.

Naturalmente, esta creciente creencia en la posesión demoníaca también ha llevado a un aumento en el número de exorcismos que los sacerdotes y otros son llamados a realizar. Una vez más, no hay cifras precisas disponibles, pero un exorcista de alto perfil en América, el padre Vincent Lampert, exorcista de la Arquidiócesis de Indianápolis, dijo a un periodista en octubre de 2018 que había recibido más de 1.700 solicitudes de exorcismos en lo que iba de año, el número más alto que había experimentado. Otros sacerdotes católicos entrenados en ritos de exorcismo en América del Norte habían dicho que este aspecto de su ministerio se ha vuelto tan abrumador que apenas pueden hacer frente a las solicitudes de exorcismos.