Criptozoología: La historia de los intentos de descubrir y estudiar criaturas legendarias y mitológicas (Spanish Edition)

La humanidad siempre ha sentido fascinación por lo oculto, lo misterioso y lo inexplicable. Cada sociedad tiene sus cuentos y sus historias de fantasmas, sus leyendas y sus héroes. Cada sociedad tiene también sus historias de bestias extrañas, peligrosas o benignas, que viven en el mundo crepuscular entre lo cotidiano y lo legendario. Durante la mayor parte de nuestra historia hemos estado estrechamente ligados a la naturaleza, cazando en los bosques y teniendo un conocimiento íntimo de los animales de nuestra región. Los llamados pueblos "primitivos" eran enciclopedias andantes del mundo natural y, sin embargo, la mayoría creía que había más criaturas acechando en esos bosques que las que se encontraban habitualmente. En los tiempos modernos hemos perdido nuestros lazos con la naturaleza, pero la creencia en criaturas extrañas sigue tan vigente como siempre.

De hecho, la predisposición a creer en animales exóticos ha estado tan extendida que algunos han hecho carrera exhibiendo "rarezas" al público en circos, ferias y museos. Quizá el más famoso de todos sea P.T. Barnum, cuyo museo neoyorquino fue tan popular en parte porque estaba más que dispuesto a inventar objetos con los que fascinar al público, aunque en realidad no existieran. Su primer ejemplo fue la ahora famosa "sirena de Fiyi". Barnum alquiló esta rareza a un rival de Boston, Moses Kimball, en 1842, pero aunque la criatura que flotaba en el frasco de formol se describía como una sirena, en realidad era el cuerpo de un mono muy joven con una cola de pez cosida sobre las patas. Barnum alquiló el objeto a largo plazo por 12,50 dólares a la semana y luego lo comercializó como si hubiera sido capturado por su amigo el Dr. J. Griffin, seudónimo de Levi Lyman, socio comercial de Barnum. Por su parte, Barnum no veía nada malo en lo que hacía y justificaba los engaños diciendo que sólo eran "anuncios para llamar la atención… sobre el Museo". Y añadió: "No creo en engañar al público, sino en atraerlo primero y complacerlo después".

Aunque la criptozoología es a menudo objeto de burla y se considera una pseudociencia, una de las razones por las que hizo ricos a hombres como P.T. Barnum y sigue fascinando a la gente hoy en día es el hecho de que la gente se da cuenta de que sólo han arañado la superficie cuando se trata de identificar todas las diferentes formas de vida en la Tierra. Como explica Martin DelRio en El monstruo del lago Ness, "¿es posible que exista un animal aún por descubrir tan grande como el monstruo del lago Ness? La respuesta es sí. En los últimos cien años se han encontrado más de una vez animales desconocidos para la ciencia. Por ejemplo, el tiburón megaboca (megachasma pelagios), una criatura de cuatro metros de largo y casi una tonelada de peso. El primer espécimen se descubrió el 15 de noviembre de 1976, cuando apareció enredado en el ancla de arrastre de un barco de la Marina estadounidense. La nueva criatura no se describió científicamente hasta 1983… El megamouth sigue siendo la única especie de su género, y el único género de su orden".

Criptozoología: La historia de los intentos por descubrir y estudiar criaturas legendarias y mitológicas examina los esfuerzos por encontrar las bestias más legendarias jamás inventadas por el hombre. Junto con imágenes de personas, lugares y acontecimientos importantes, aprenderá sobre criptozoología como nunca antes, en un abrir y cerrar de ojos.