Historia y legado de los mayores imperios en el antiguo Levante (Spanish Edition)

Las páginas de los libros de texto de historia mundial contienen una letanía de imperios y civilizaciones "perdidos", pero por lo general, tras una revisión más profunda, se revela que estos llamados imperios perdidos son a menudo sólo culturas menos conocidas que tuvieron un impacto menos aparente en la historia que otras civilizaciones más conocidas. Cuando se escudriñan las páginas de la historia en busca de una civilización que se perdiera inexplicablemente, pero que tuviera un gran impacto durante su época, se pueden encontrar muy pocos candidatos, pero los hititas son un ejemplo notable.

De hecho, los hititas son un pueblo antiguo que sigue siendo algo enigmático y quizá poco conocido para la mayoría de la gente, pero su influencia en el antiguo Próximo Oriente es innegable. Desde lo alto de su capital, Hattusa, en Anatolia central, los hititas fueron capaces de conquistar y controlar un reino que abarcaba aproximadamente el área de los actuales estados-nación de Turquía, Siria y partes de Irak y Líbano mediante una combinación de fuerza militar bruta y astutas maquinaciones diplomáticas.

Comparados con algunos de sus contemporáneos -como los egipcios, los asirios y los babilonios-, los hititas estaban algo alejados tanto cultural como geográficamente. Los hititas eran un pueblo de habla indoeuropea en un océano de grupos afroasiáticos y semíticos, su patria estaba al norte de Mesopotamia y no contenía ningún río importante como el Nilo, el Tigris o el Éufrates. El imperio hitita también fue mucho menos duradero que el de sus vecinos, ya que sólo existió entre 1800 y 1200 a.C. (van de Mieroop 2007, 156), un periodo considerablemente más corto que el de la mayoría de los demás reinos importantes de Oriente Próximo.

Dicho esto, no se puede subestimar la influencia de los hititas en la política, la economía y la situación general del antiguo Próximo Oriente; los hititas fueron una fuerza a tener en cuenta mientras existieron. Las fuentes utilizadas para reconstruir la historia y la cronología hititas son muchas y variadas, y dado que los hititas eran un pueblo alfabetizado que desarrolló un corpus literario bastante sofisticado, los antiguos archivos hititas pueden utilizarse para reconstruir los acontecimientos. Por desgracia, los hititas no eran muy dados a datar sus fuentes, por lo que la mayoría de las fechas dependen de fuentes egipcias antiguas (Macqueen 2003, 8). Las fuentes egipcias también proporcionan excelentes detalles sobre acontecimientos que, o bien los hititas se negaron a mencionar en sus propios textos, o bien aún no se han descubierto, o bien se han perdido en el tiempo. Por supuesto, la arqueología moderna también ha ayudado a completar los conocimientos sobre la civilización hitita, especialmente en lo que respecta a la vida palaciega y religiosa en la antigua capital de Hattusa. Basándonos en todas estas fuentes, así como en los estudios de eminentes eruditos modernos en la materia, es posible examinar quiénes fueron los hititas, su influencia en el antiguo Próximo Oriente y el colapso final de su imperio.