Coordenadas gráficas. 40 autoras de Argentina, Chile, Costa Rica y España
AECID, 2020 | Spanish | ZIP | 226 páginas | 32.5 MB
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Catálogo de la exposición homónima organizada por el Centro Cultural España Córdoba (en Argentina) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Coordenadas gráficas trae obras de 40 autoras de Argentina, Chile, Costa Rica y España. Son historietas completas de diez artistas de cada país, que ponen en evidencia problemáticas comunes y una agenda inagotable.
¿Qué tienen en común las historietistas de Argentina con las de España, Chile o Costa Rica? Pues mucho, tal como se ve en el libro Coordenadas gráficas, que surgió del Centro Cultural España en Córdoba y que reune a diez artistas de cada uno de esos países para comparar preocupaciones, temáticas y estéticas. "Hay problemáticas comunes que las recorren a todas: machismo, violencia de género, discriminación, roles de género, diversidades corporales, derechos sexuales y reproductivos", explica Carolina Chávez, directora del CCEC y coordinadora general del proyecto.
"También hay en común una manera en que las mujeres y disidencias habitan los espacios públicos y privados. Y es llamativo ver cómo a todas ellas, de diferentes lugares y edades, las recorren las mismas temáticas", agrega la responsable de este tomo que tiene como virtud que en todos los casos hay historietas completas, lo cual lejos de poner sólo una muestra ofrece una buena mirada de qué y cómo cuenta cada artista.
Para lectores locales, muchos nombres de autoras argentinas resultan conocidos: Patricia Breccia, Nacha Vollenweider, María Alcobre o Sole Otero son figuras ya transitadas y con reconocimiento internacional. Pero otras autoras son también conocidas en el circuito comiquero, y más dentro del pujante sector de la historieta hecha por mujeres y disidencias. Nadie que frecuente festivales como Vamos las pibas ignora la existencia de Femimutancia, Gato Fernández o Daniela Ruggieri, además de otras que también dan el presente en estas páginas, como La Lejana, Mariana Salina, Muriel Frega y Ariela Kreimer.
Otro tanto sucede con las selecciones de otros países, con el agregado de que se trata de una oportunidad excelente para asomarse a esas producciones a las que es más difícil acceder desde este mercado, en particular de las artistas chilenas y costarricenses, que en rarísimas ocasiones tienen distribución en la Argentina. De España, en cambio, es más probable que resuenen en lectores locales autoras como Laura Pérez Vernetti, quien trabajó en El Víbora junto a Carlos Sampayo y Antonio Altarriba, por ejemplo.
Por Andrés Valenzuela.
"También hay en común una manera en que las mujeres y disidencias habitan los espacios públicos y privados. Y es llamativo ver cómo a todas ellas, de diferentes lugares y edades, las recorren las mismas temáticas", agrega la responsable de este tomo que tiene como virtud que en todos los casos hay historietas completas, lo cual lejos de poner sólo una muestra ofrece una buena mirada de qué y cómo cuenta cada artista.
Para lectores locales, muchos nombres de autoras argentinas resultan conocidos: Patricia Breccia, Nacha Vollenweider, María Alcobre o Sole Otero son figuras ya transitadas y con reconocimiento internacional. Pero otras autoras son también conocidas en el circuito comiquero, y más dentro del pujante sector de la historieta hecha por mujeres y disidencias. Nadie que frecuente festivales como Vamos las pibas ignora la existencia de Femimutancia, Gato Fernández o Daniela Ruggieri, además de otras que también dan el presente en estas páginas, como La Lejana, Mariana Salina, Muriel Frega y Ariela Kreimer.
Otro tanto sucede con las selecciones de otros países, con el agregado de que se trata de una oportunidad excelente para asomarse a esas producciones a las que es más difícil acceder desde este mercado, en particular de las artistas chilenas y costarricenses, que en rarísimas ocasiones tienen distribución en la Argentina. De España, en cambio, es más probable que resuenen en lectores locales autoras como Laura Pérez Vernetti, quien trabajó en El Víbora junto a Carlos Sampayo y Antonio Altarriba, por ejemplo.
Por Andrés Valenzuela.