Para el rastro, de Ruben del Rincon

Descripción de la editorial: ¡Bonita forma de empezar! Con la cantidad de dibujantes míticos que alli trabajaron, el titulo sonará pretencioso cuando el lector averigüe que solo hay dos historietas, porque solo publiqué allí dos veces, en sendos especiales. La verdad es que me hubiese gustado meter allí una serie, pero, joder, estaba dificil . El Kiss estaba muy bien, y además se cobraba más, sobre todo teniendo en cuenta los royalties pues las historias de Kiss las vendian luego a Francia, Holanda, América… Estas dos historias al menos creo que iban a tono con la revista, y aunque el tiempo siempre juega en contra de ellas, me hacen sonreír. Recuerdo que para los especiales,Emilio nos llamaba a todos: "¿Queréis colaborar en un especial del Vibora?" Asi "del" Víbora, deciamos. "No sé si me va bien, ivenga va! cuenta con ello a ver si puedo… "¡No te jode! ¡Yo solo pensaba que a ver por que carajo no hacían más especiales! No sé por que me hacia tanta ilusión* insisto* si cobraba menos y me costaba más… ¡Qué tontería! Debería empezar de otro modo.
Además, les hice varias portadas… Aquí verá el lector una que no fue aceptada, y otra que si lo fue. La que si aceptaron recuerdo que a Pablo le gustó mucho, y contribuyó a mejorarla, como siempre, con su experiencia y buen hacer. Además salía en ella mi primer coche, un Opel corsa que tenia ya 11 años por aquél entonces…Recuerdo cuando lo estampé, diez años más tarde, tras patinar en una curva y subirme al quita miedos, surfeando sobre éste hasta pegar en el hormigón de un puente que nos bajó de allí dejándonos en la carretera de nuevo, pero mirando en sentido contrario…
Saltaban dentro del coche los bizcolates, y el zumo del desayuno, mientras yo y una actriz de la cual no diré el nombre rebotábamos dentro, sujetándonos el uno al otro. ¡Qué cariño le tenia a ese coche! Acabó casi en filetes, pero nos salvó las piernas. A la actriz la sigo viendo siempre que le baja la moral porque ese año no ganó nada en Cannes o Berlín… Ojalá no ganase premios tan a menudo, ¡joder!