Las quemaduras (The Brûlures)

Assane Diaye es inspector de policía. Sus colegas le llaman Nutella, no por el color de su piel, sino porque un día, hace mucho tiempo, ganó su peso en chocolate para untar y lo compartió con todo el barrio. Junto con su colega, apodado Luz, investigan el asesinato de unas prostitutas de origen italiano. Aparte de la crueldad de los crímenes, les resulta difícil establecer un vínculo entre lugares y situaciones evidentemente muy diferentes, salvo que las jóvenes se conocían.

Assane está divorciado y sin hijos. Al menos eso es lo que se apresura a explicar a la joven a la que invita a tomar una copa tras verla nadar en la piscina municipal. Ha venido a acompañar a una anciana que intenta superar su miedo al agua, con más de ochenta años.

Es evidente que el encanto funciona, aunque la joven no confíe realmente en él. La investigación policial avanza en paralelo a la relación amorosa, y cada una de ellas aporta revelaciones que desestabilizarán profundamente a Assane.