El protagonista, Yûgo, es un japonés el cual se enfrenta a severas negociaciones que nacen de incesables dramas humanos extendidos por todo el mundo, provocados por diversos motivos que yacen en nuestra sociedad actual.
En Pakistán, en Hong Kong y en Rusia… aunque cambien los lugares de las negociaciones y las nacionalidades de con quien va a negociar, el principio de su negociación es siempre la “lealtad”.

Aya descubrió que “el chico que le interesaba no era un chico”, y ahora no está segura su se relación es de amistad o es “algo más”. Mientras tanto, Mitsuki lucha para definir cuál es la distancia adecuada entre ambas.
¿Qué se supone que eres para mí, y qué soy para ti?

Mara es una “trementinaire”, una curandera que vende remedios caseros por todo el Pirineo catalán. Vive sola en el monte, pero la edad empieza a pesarle y cada vez le cuesta más sobrellevar su estilo de vida. Hasta que encuentra a una extraña mujer desmayada en el bosque. Es forastera y parece muda. Cuando la acoge en su cabaña sabe que le acarreará problemas. Pero no de qué clase.

Atormentada por los horrores de Emberfall, la Diablesa con Espada busca refugio en las profundidades del brutal desierto picto, en busca de medios para vengarse o redimirse, lo que ocurra primero. Sin embargo, la persiguen más que las sombras del pasado mientras se aventura por la tierra de los perdidos. ¿Podría ser ella la clave de la guerra invisible que está destrozando la tierra? ¡Solo su sangre lo puede decir!

Tras pelearse con el mejor amigo de su infancia, Yasuto Akashi decide saltarse las clases. Sin embargo, lo que no se imagina es que, justo ese día, en el instituto, comienzan lo que a primera vista parecen unos juegos la mar de inocentes.

No obstante, aquellos que no sigan las reglas del juego o que pierdan la partida morirán en el acto de una forma atroz. Desconcertados por la situación, los estudiantes arriesgarán sus vidas para sobrevivir, aunque eso implique dejar de lado su humanidad.

Wataru era un niño pequeño cuando se perdió en el bosque y lo encontró Hotaru, el gato negro de una bruja que vivía allí, alejada de los humanos. Aunque los otros niños se metían con él en el colegio por ser “el hijo de la bruja”, Wataru se sentía feliz porque eso significaba que tenía a alguien que lo quería y lo cuidaba. Para no olvidar nada de todo lo que le ocurría en el día a día, lo escribía en cuadernos, llegando a reunir decenas y decenas de memorandos con el paso de los años. Y Wataru dejó de ser un niño para convertirse en un joven. Y sus sentimientos por la bruja también cambiaron…